"HAY NUMEROSAS MORADAS EN LA CASA DEL PADRE"
...y todas las moradas con la misma Unicidad, la misma filiación divina. Todos pertenecemos a un mismo Plan de Unicidad y Divinidad. Toda consciencia posee la misma semilla de Luz.
Hemos llegado a los últimos peldaños, los más difíciles y a menudo los más dolorosos. Te corresponde decidir libre y conscientemente si aceptas hacer el retorno, o aún tienes necesidad de ciclos de separatividad o distanciamiento en relación a La Fuente...Puedes elegir el control idividual para llegar al funcionamiento colectivo. Ahora que habiendo caminado, reconoces que tu libertad es total y que nadie juzgará tu decisión de seguir o quedar.
Recuerda invocar la energía de La Madre María, para permanecer a tu lado; ella despejará cualquier tristeza o dolor que interfiera en tu equilibrio.
La Ascensión es el matrimonio alquímico o Unión Divina de nuestro Yo humano con La Esencia Divina.
Atendiendo las señales de sincronismo, permites no estar bajo los efectos de la ley acción-reacción, permaneciendo en el perdón, en la ausencia de juicios, con La Ley de Acción de Gracias como la máxima voluntad del Ser.
Volverse Real es todo lo que Eres, atravezando cada parcela de Tu Ser hasta llegar al propio Santuario...y comprender el sueño de por qué tú mismo te has creado...y volver a impregnar tu substancia con la transparencia de Tu Alma Divina.
Asi entrando en tu mas alta frecuencia arrojas fuera toda impureza; los electrones se mueven mas rapidamente alrededor de su polo central...
Que El Amor, la armonía sean tu expresión de vida, regresando a la integridad de Tu Dios-Ser, por la expansión del proceso creativo que tu alma necesita, para purificar todo aire que se respire y habite en la Totalidad.
LA FUERZA DE DIOS ME RODEA.
EL AMOR DE DIOS ME ENVUELVE.
EL PODER DE DIOS ME PROTEGE.
LA PRESENCIA DE DIOS VELA POR MI.
ENTREGO, CONFÍO, ACEPTO Y AGRADEZCO
EN CADA MOMENTO,
EN CADA SITUACIÓN,
EN CADA RESPIRACIÓN.
"PARA AMARTE AQUI ABAJO NO TENGO MÁS QUE HOY": Santa Teresita
Que nada ni nadie perturbe la paz de tu mente...
Marcela Oromí
